15/12/08

Las buenas noticias

Por Jhonatan Liriano
Columna Paquito, Listín Diario

Las buenas noticias abundan. Lo que sucede es que nos la pasamos distraídos, desconectados del canal que las transmite. Las primeras aparecen montadas sobre un sol amable. Son pedazos de nube incrustados en la mansedumbre del azul claro del cielo.

Vienen redactadas en un aire todavía limpio y fresco, que se vuelve friíto cuando llega diciembre. A pesar de salir publicadas cada mañana, son tan actuales y necesarias como el saludo de los
buenos días. Nadie se atreve a llamarlas fiambre, ni siquiera los que alardean de pesimistas.

El precio del petróleo, los legendarios apagones, la necedad de los parasitarios partidos políticos y hasta la menstruación, intentan someterlas a censura, pero no lo consiguen. Las buenas noticias son tantas que sería imposible elaborar un discurso presidencial de fin de año, un decreto o una medida de Interior y Policía que las coarte.

De repente te invaden la tarde del sábado, sagrada hasta para los no judíos -por eso de la esclavitud laboral- y se visten de puesta de sol, de recorrido por el barrio o de comedera de gallina. En ciertas ocasiones te llevan de regreso a la casa de los viejos, para supervisar la sazón de sus calderos. Aunque debo confesarte que a veces me distraigo y no consigo leerlas.

Fijo la vista en cosas muertas, decoradas de vanidades. Dejo que los tapones y el humo de las agresivas calles de la capital se apoderen de toda mi atención. Los choferes arrancan de mí las peores maldiciones, el hundimiento de la isla.

En esos días, cuando llego al trabajo, me detengo a padecer y a memorizar las peores malas noticias, como un masoquista cualquiera. Hace poco estuve en esa situación, sufriendo las mañanas, desperdiciando las tardes, mal durmiendo las
noches... hasta que llegaste tú: mi buena noticia. La mejor de los últimos meses, la excusa perfecta para tomar café.

He aprendido tanto de ti que las cosas que conversamos ya ni las pienso, las sueño. Me haces bien hasta tal punto que quisiera romper las estúpidas formalidades para abrazarte como un loco, y teñirme con tu espíritu bondadoso.

El otro día, mientras comíamos, sentí que conocerte no había sido una coincidencia, sino un reencuentro. Contigo aprendo a ver el mundo como lo ven tus ojos.

Tú nunca pusiste condiciones a mis pies pequeños. Caminamos juntos.

Hoy me detengo a celebrar tu existencia, la misma que me ayuda a recordar que en este mundo quedan innumerables maravillas por conocer y muchos amigos por abrazar. Te quiero.

14/9/08

Que Dios te dé un buen hombre

Tras un favor pequeñito, pequeñito pero grande para él, sonrió sinceramente y dijo: “Gracias, mi hija, que Dios te dé un buen hombre”. Y Yalo repitió y pensó: un buen hombre. No un carro, ni una mansión en La Romana, ni una cena con Johnny Depp, ni una semana en el pico Duarte, ni una tarde de nada en la Zona Colonial, ni una biblioteca CON cien mil ejemplares, ni un hijo responsable, ni un invernadero, ni una finca de framboyanes... Sólo un buen hombre. Un buen hombre. ¿Será que es muy difícil de conseguir?

8/7/08

Tonta (Maribel de los Santos)

A Gabriela Read

Se cree desierta la división de tus ojos.
Presume que es el estrago de una colmena mal hecha tu cabello.
Tus manos se piensan insuficientes y áridas.
Voy al ritmo de torpes pasos, piensas, pasos torpes.

Tonta, no te creas tan escéptica que no lo eres.

Te sientas en una nube grisásea, apilando errores.
Te piensas desesperanza y esclavitud.
Cómo pretendes empezar a contar la arena?
De verdad crees que no te mereces?

Tonta, no te creas tan cínica que no lo eres.

La inocencia de tus favores te delata.
Siendo cuidadosa al hablar para no parecer tan superior.
Y nos acoges en tu universo privado y altísimo...
Bebes del veneno ajeno y no importa.

Tonta, no te creas tan mierda que no lo eres.

7/7/08

“Me alimento bien, disfruto la vida y no leo tanto”

Últimamente me duele mucho la cabeza. Como sé lo que todos me dirán si me quejo (que vaya al médico), sólo pido una pastilla cuando el dolor es insoportable. Hace unos segundos se la pedí a Yolan, y su respuesta me hizo pensar, por primera vez, que a lo mejor mi hermana no es tan… tan… tan… tan boba como creía.
Me dijo que a ella sólo le duele la cabeza cuando le llegará la menstruación. Nunca más. ¿El motivo? “Me alimento bien, disfruto la vida y no leo tanto”, dijo. Corrí a escribirlo para que no se me olvidara. Ahora me levantaré y le preguntaré qué me habrá querido decir…

21/4/08

El guardia del Arsenal (Luis Días, dominicano)*

Yo nací en la Bahía de Manzanillo.
Caribe tengo la voz.
Si no fuera porque viviera tan lejos
te enseñara cómo soy.

Nací en tiempo de ese condenao Trujillo.
Medio muerto nací yo.
No tenía ni media hora de vivo
cuando mi madre murió.

Yo traía, aún siendo un muchachito,
de guardia la vocación.
Yo salía a correr tierra solito,
to’ el polvo que tragué yo.

Y a mí me pusieron (oh, oh, oh)
en un batallón (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
a Guaraguanó (oh, oh, oh)
De la infantería (oh, oh, oh)
en la capital (oh, oh, oh)
pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para El Arsenal (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para Pedro Brand. 

Siendo raso pasé la era de Trujillo.
Cabo en La Revolución.
Las mujeres me devoran el sueldito
si de lechuza me voy.

Y en la vela del cabo Sánchez Benítez
oigan lo que me pasó:
el teniente, prendío en palo y en romo,
a mi muchacho apresó.
Y así mismo, vestidito de amarillo,
cuando el teniente volvió
me amarré mi palo por la cintura
y así empecé a cantar yo:

Deme mi muchacho (oh, oh, oh)
hágalo soltar (oh, oh, oh)
que yo esa guerrera (oh, oh, oh)
la mandé a lavar (oh, oh, oh)
Si no le conmueve (oh, oh, oh)
mi palo llorao (oh, oh, oh)
Dígame qué quiere (oh, oh, oh)
si ya lo ha ordenao (oh, oh, oh)

Cantaron los gallos (oh, oh, oh)
en ese lugar (oh, oh, oh)
Pedí mi traslado (oh, oh, oh)
para El Arsenal (oh, oh, oh)
Porque yo no vuelvo (oh, oh, oh)
para Pedro Brand…

Deme mi muchacho (oh, oh, oh)
Hágalo soltar (oh, oh, oh)
que yo esa guerrera (oh, oh, oh)
la mandé a lavar (oh, oh, oh)
Si no le conmueve (oh, oh, oh)
mi palo llorao (oh, oh, oh)
Dígame qué quiere (oh, oh, oh)
si ya lo ha ordenao (oh, oh, oh)
Cantaron los gallos en ese lugar.
Pedí mi traslado para El Arsenal.
Porque yo no vuelvo para Pedro Brand…


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*Siempre anduve detrás de las letras de esta canción, hasta que no tuve más remedio que pasar una mañana entera transcribiéndola. Hay que cantarla “acampesinao”. Luis Días la cantó en vivo en el Festival Cultural Hermanas Mirabal, en Salcedo, el año pasado. Como el teniente de la vela, taba prendío...

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Escuchar la canción

7/4/08

¡Felicidades, Junot!

El escritor dominicano Junot Díaz ganó hoy el Premio Pulitzer a una obra de ficción por "The Brief Wondrous Life of Oscar Wao".
Más sobre el autor

Ping Pong a Yulendys Jorge

Yulendys, bloguera y periodista. La administradora de Respiro Quieto, el blog local “más depurado”, conversa con Lecturas de Domingo.

Un periodista que disponga de un medio donde publicar, ¿para qué necesita un blog?
No es lo mismo “un medio” y “un blog”. Un periodista podría necesitarlo para desahogar en la bitácora las palabras, frases y “líneas editoriales” que se les atragantan en la sala de redacción por censura explícita o no. Por otro lado, puede ser reconfortante en lo personal para compartir sus intereses particulares… literatura, música, cine…

¿Crees que realmente representan una amenaza para los medios de comunicación?
No, para nada. Las bitácoras podrían ser un termómetro, con el recelo correspondiente, para que los editores y directores identifiquen cuáles temas “conmueven” a la gente. A veces siento que los medios dan mayor enfoque a la macroeconomía al “macropaís”. Como dice Vianco, “las calles de la capital y los pueblos del país se pudren de historias y los medios no se enteran”.

Respiro Quieto no es tan “quieto” a veces, ¿qué te hace incomodar?☺ ☺ Justamente, de eso hablaba con un amigo hace poco. Todos los días salen noticias que te quiebran el humor. Las dejo pasar por fidelidad a la esencia de mi bitácora, pero hay cosas que -por más que intente- me hacen flaquear. No soporto que los políticos insulten la inteligencia de la gente, por ejemplo. Tampoco las injusticias, la arrogancia, ni la doble moral…

Dicen que los blogueros son unos presumidos y megalómanos.
Sí. Pero esa condición no es exclusiva de “los blogueros”, sino que es del ser humano. Se nota más en el que sale a la luz pública. Eso mismo también dicen de los abogados y ni qué decir de los periodistas. Como en el espacio por su naturaleza lo que prima es lo personal algunos han se han creído ser el centro del ciberespacio, lo asumen y como tal se dirigen a sus lectores. Es penoso porque probablemente hay quienes lo hagan de manera inconciente, y no son –necesariamente- “mala persona”.

¿Cómo convences a tantos artistas buenos para que ilustren tus entradas?
Desde que registré Respiro Quieto contacté a varios ilustradores por correo electrónico y les pedí autorización para publicar sus ilustraciones. Afortunadamente, y para mi sorpresa, todos asintieron con entusiasmo. Solo una ilustradora de Estados Unidos restringió el número de las imágenes a tres. Ellos no ilustran especialmente para RQ, sino que dependiendo del tema que vaya a publicar, escojo las ilustraciones en sus respectivos portales. A todos les hice la salvedad de que les colocaría el crédito y que sus portafolios se publicarían en el espacio lateral, bajo el título de Atelier.

¿Te molesta recibir pocos comentarios?
La verdad, no. Me gustan mucho los pocos que dejan porque aportan. Incluso unos anónimos que tengo –no sé si son varios o es una persona-. Me encanta cuando provocan cuestionando o mostrando perspectivas diferentes a las que se publican en RQ. Disfruto del debate productivo.

A la blogosfera dominicana le falta un poquito de…Tiene lo que tiene en su momento. Es un espacio libre que no requiere ni necesita encasillamientos ni custodia. Decir lo que falta en la blogosfera, sería como decir lo que le falta a cada dueño de “blog”, y no soy quién para examinar. En lo local, cada dominicano da lo que tiene y punto.

¿A quién le solicitarías que abriera uno?
En su momento se lo sugerí a mi hermana Leidi y a mi amigo Yoni Cruz, y ya lo hicieron. Ahora, me gustaría leer a Itania María, periodista y a Rogelio Obaya, filólogo y filósofo. El contenido sería una exquisitez.

Si te obligaran a ponerle un título al blog del presidente, ¿qué nombre le pondrías?
☺ “¿Si me obligaran?… eh… ¿P’alante blogueros? ¡Jajajajajaja!

Y si a los políticos del país les diera por registrar sus blogs, ¿los leerías?
Si el “blog” tratara sobre su visión de la vida, de sus ideales, y que estos coincidieran con su quehacer en la vida dominicana, pero sería mucho pedir. Soy apolítica, no pertenezco a partido alguno, por tanto, prefiero leer otros discursos.


¿Cuál término prefieres: bitácora o blog?
A mí me gusta “bitácora” por estar en español, me fascina mi idioma. Pero bueno, ya éste es otro tema.

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Publicado (editado) en el Listín Diario el domingo 6 de abril.

31/3/08

Payasos de verdad

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Oscar, mi vecinito de 6 años, ve mucha televisión. Le encantan los muñequitos, Harry Potter, La Momia, Los Increíbles y El Hombre Araña. Su papá vive en Nueva York y, para él, es el lugar más “fantástico” del mundo, aunque sólo lo ha visto en fotos. Como nos enseñaron en las clases de literatura infantil, cuando una habla con niños tiene que seguirles la corriente, incentivar su imaginación, provocarlos para que inventen cosas, pero ¡Oscar se pasa!, créanme. Dada la confianza que existe, muchas veces es él quien inicia la conversación. Hace dos meses que fue por primera vez al circo y el sábado me salió, así como si nada, con el habla de los niños chiquitos:
-Tú sabes, Yaniris, los payasos del circo no son hombres que se visten, no. Son payasos de verdad.
Reprimí la risa y le pregunté.
-¿Ah, sí? ¿Y cómo lo sabes?
-Porque sí, porque no son hombres. Yo los vi. Ellos vienen de otro país, del país divertido.
Y para seguirle la corriente, como nos enseñara el profesor Cuevas, le pregunté:
-Oh, y entonces Santa Claus, ¿de dónde viene?
-¡De Nueva York! –me dice–. Porque en Nueva York es que hay nieve, mucha nieve, y como Santa Claus nació en el polo Norte, tiene que venir de Nueva York.
Yo insisto en que la TV ha sido uno de los mejores inventos de la historia, pero…

24/3/08

Hora cero (Pedro Vergés, dominicano) *

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Hay domingos, como te iba diciendo,
en que uno bebe hondos silencios, amargos
como vino de sangre, domingos inconclusos y tediosos
en que el mar palidece y una sombra se ciñe a nuestra sombra
y el aroma de un cactus penetra la indomable
parsimonia del tiempo, y tú no estás,
y nadie, ni siquiera yo mismo, se encuentra en los contornos.
Hay domingos en los que los objetos, estas cerillas retorcidas
por su propio fuego,
como mi corazón,
estos floreros, estas flores que mueren,
como mi corazón, claman, piden, asedian,
se interponen en todo, me hacen sentir
que todo lo he perdido.
Hay domingos así.
Hay domingos de largas avenidas.
Hay domingos sin tregua, sin un solo coral, sin una sola ola,
Sin esa diminuta piedrecita de ámbar
que uno quisiera a veces encontrar en la vida.
Hay domingos como éste, en los que tú no estás ni yo respiro,
domingos coleópteros, afiebrados,
como largos discursos,
domingos con sus telas, domingos con sus lienzos,
domingos con sus listas de todos los domingos,
con sus pequeños ruidos, su teléfono,
domingos que te allanan y te violan,
acotadas marismas donde un alud de nada
y de piedras sin nombre
imitan la espesura, tienden trampas amargas,
cabinas que cobijan la luz lunar y el tedio.
Hay domingos inciertos, domingos como hechos
para el hombre que soy en esta hora.
Hay un Santo Domingo y un maldito domingo,
un maldito domingo aquí en Santo Domingo,
un domingo que es todos los domingos,
un asqueroso y nauseabundo día domingo
que se prolonga indefinidamente.
Un domingo que contempla su lunes, su semana irrestricta,
como si se mirara en un espejo.

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* Como mi depre es eterna, este es uno de mis poemas favoritos. Lo encontré publicado no sé cuándo en la revista Umbral como parte de una selección de poemas inéditos del autor nacido en Santo Domingo en 1945.

6/2/08

Sobre héroes y tumbas (Ernesto Sabato)

«Ya que, dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, sólo nos proporcionarían frustración y amargura; motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los exesperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber creído antes en él y en sus posibilidades. Y todavía resulta más curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son constantes y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilusión».

30/1/08

Hijo de puta (Roque Dalton, El Salvador)

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Mi madre fue la María Pintura.
Sólo yo supe que se llamaba Isabel
y que le gustaba que le dijeran mamá Chabelita
y que lloraba por gusto al ver salir el sol
y que le gustaban unos caramelos en forma de pescaditos
porque decía que se parecían a mí.

8/1/08

¿Qué habrá querido decir?

A veces, por mucho que una se empeñe, no entiende ni mierda de lo que lee. Y por lo regular suele ocurrir con las reseñas deportivas (conocimientos al margen de la disciplina). Cuánto sufriría un filólogo leyendo esto:

"Teske se dropeó, mientras que Davies acertó un birdie en el 14, y cuando la australiana cometió un bogey, la inglesa de 40 años de edad respondió con un birdie en el 17, con lo cual aseguraba el primer triunfo en el Australiana Womens Open, continuando con su racha de obtener por lo menos un triunfo cada año. En total acertó cuatro birdies, a cambio de un par de bogeys".
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Tomado de: golf.com.mx