21/12/10

¿Son tímidos los escritores dominicanos?

EL DIRECTOR EJECUTIVO DE LA FUNDACIÓN CORRIPIO DICE QUE HAY UN EXCESO DE PUDOR EN LOS ESCRITORES LOCALES QUE NO LES AYUDA A PROMOCIONAR SUS OBRAS

Y.López
Santo Domingo
Los escritores locales no ayudan mucho en la difusión de sus obras. Son tímidos, hay un exceso de pudor que les impide promover sus creaciones. A duras penas se consigue que participen en uno que otro programa televisivo o radial.
Lo dice el escritor, músico, historiador y ensayista Jacinto Gimbernard Pellerano, director ejecutivo de la Fundación Corripio, institución que ha editado parte de las más valoradas colecciones de libros escritos por dominicanos.
Gimbernard destaca que eso no ocurre fuera del país, donde se ve que los ganadores de premios internacionales viajan muchísimo para promover sus obras, aunque admite que existe una maquinaria detrás de la promoción que incluye a los autores y que es determinante en la venta de los libros.
"Yo creo que hay tal vez un exceso de pudor en los autores dominicanos que les impide promover sus obras, ir a la televisión, a la radio, hacer charlas acerca de sus libros. No quieren hablar de ello, dicen que otros deben decirlo, no ellos mismos. Yo mismo no me escapo de eso, no me gusta hablar de mis libros”, explica Gimbernard.

Algunos podrían considerar que se trata de soberbia y no de timidez, más si se toma en cuenta lo difícil que resulta para los comunicadores sociales (sólo por colocar un ejemplo conocido) convencer a los autores e intelectuales locales más reconocidos para que participen o colaboren en debates que serán publicados en la prensa. Muchos de ellos, de hecho, son considerados prepotentes e inaccesibles.“No. Estoy seguro que no”, responde Gimbernard. “Es exactamente lo contrario. He tratado a algunos de los escritores importantes de aquí y les resulta difícil hacer sus cosas, explicar su obra. Dicen ya escribí el libro, lo terminé y lo entregué a la editora, ellos sabrán (las editoras) cuándo lo publicarán y qué hacer con eso. No es por orgullo, como escritor simplemente hago lo que puedo con mi creación, encima no me voy a poner a decir que soy una maravilla, que ese libro es muy bueno”.
En ese aspecto, señala Gimbernard, hacen falta suplementos literarios que, como Isla Abierta, daban a conocer y explicaban las creaciones de los escritores criollos.

Y sigue: “José Alcántara Almánzar, por ejemplo, tiene una postura muy humilde. Yo recuerdo que Pedro Mir, en una ocasión que estábamos juntos en Marbella, me contaba de que cuando él terminaba una obra era un pedazo de su alma que estaba entregando y que cómo él iba a decir que su alma era buena, o que su alma era valiosa. Eso es lo que pasaba. Yo creo que hay un exceso de pudor en eso. Yo no critico a quienes se van de boca, que los hay, pero en nuestro caso sucede que parece que hay mucha timidez en la promoción y eso a nosotros nos cuesta trabajo, porque los autores de los libros que publicamos no quieren involucrarse en una promoción, apenas uno consigue que vayan allí y que digan algo, y lo hacen con timidez”.

Mejor mecanismo de distribución
Aunque los libros que edita la Fundación Corripio se colocan en las librerías locales, Jacinto Gimbernard dice que no existe un mecanismo efectivo que permita la difusión y distribución en el país y en el extranjero.
“Nos hace falta un mecanismo de mercadeo para seguir publicando libros porque hay una inversión enorme en volúmenes. Nosotros no sólo imprimimos los libros, también les pagamos a los autores, el proceso es costoso, y por eso estamos dándoles vueltas a la cabeza, para encontrar un mecanismo para difundir y mercadear los libros aquí y afuera”.
En su experiencia como embajador y miembro del cuerpo diplomático dominicano en Europa, Gimbernard considera que las embajadas dominicanas tampoco tienen un mecanismo efectivo para distribuir el material que se les manda. Asegura que en ocasiones han encontrado en los locales consulares las cajas de libros sin abrir.
“Necesitamos hacer contacto comercial. Tenemos aquí autores muy valiosos y es una pena que no se conozcan fuera. He oído esa queja, visitando algunos países me han dicho que no tenían idea de que tal escritor es dominicano pero es que debe haber un mecanismo de promoción”.

16/12/10

Alexéi y Alianza Cibaeña


Un merecido Monumento al Ego para Alexéi Tellerías, compañero de esclavitud carrerística, bloguero, fundador de Noche Lunática, activista social y poeta con patria, por su primer lugar en la categoría cuentos del concurso literario de la Alianza Cibaeña. El libro de cuentos ganador se titula Los peces del subsuelo. Esperamos (puya para la Alianza) leerlo pronto. Jurado: Luis Martín Gómez, Manuel Llibre Otero y Rosa Julia Vargas.

11/12/10

Cuento de horror (Marco Denevi, argentino)

La señora Smithson, de Londres (estas historias siempre ocurren entre ingleses), resolvió matar a su marido, no por nada sino porque estaba harta de él después de cincuenta años de matrimonio. Se lo dijo:
-Thaddeus, voy a matarte.
-Bromeas, Euphemia -se rió el infeliz.
-¿Cuándo he bromeado yo?
-Nunca, es verdad.
-¿Por qué habría de bromear ahora y justamente en un asunto tan serio?
-¿Y cómo me matarás? -siguió riendo Thaddeus Smithson.
-Todavía no lo sé. Quizá poniéndote todos los días una pequeña dosis de arsénico en la comida. Quizás aflojando una pieza en el motor del automóvil. O te haré rodar por la escalera, aprovecharé cuando estés dormido para aplastarte el cráneo con un candelabro de plata, conectaré a la bañera un cable de electricidad. Ya veremos.
El señor Smithson comprendió que su mujer no bromeaba. Perdió el sueño y el apetito. Enfermó del corazón, del sistema nervioso y de la cabeza. Seis meses después falleció. Euphemia Smithson, que era una mujer piadosa, le agradeció a Dios haberla librado de ser una asesina.

7/12/10

"Las palabras son piezas de Lego"

Las últimas líneas de una de las primeras entradas (Marías) del "desaparecido" y siempre recordado Detective Amaestrado:
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¿Han pensado alguna vez que, ubicando en un orden determinado las palabras que están contenidas en el Diccionario de la Real Academia, se pueden escribir todos los libros? También, claro está, sentencias judiciales, notas de abandono, mails rezumantes de amor, tasaciones de viviendas, incluso entradas absurdas en cualquier blog.
Las palabras son piezas de Lego. Ensámblalas como las sientas.

6/12/10

4/12/10

Por amor...

"A veces, perder el equilibrio por amor forma parte de una vida equilibrada".
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Ketut a Liz en Come, reza, ama (la película)