23/1/12

Amenaza del beso (Rafael García Romero)

El primer hombre, con un deseo resplandeciente y primitivo, acercó sus labios a la primera mujer. El instinto casi lo lleva a besarla, sin dominio del sentimiento, sin conocer la palabra “beso”. Ella, también por instinto, lo rechazó. Tenía miedo de aceptar un beso con unos labios que, salvo para gruñir y comer, todavía no sabía usar.

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Segundo lugar del Primer Concurso de Minificción Ciudad del Ozama 2010