3/1/14

Soucy Pellerano: humilde y grande

Recuerdan a la maestra de la plástica dominicana fallecida el pasado miércoles como una artista celosa de su obra y comprometida con sus ideales de creatividad y autenticidad.

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Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
Santo Domingo
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Soucy Pellerano, artista plástica dominicana fallecida el pasado miércoles a los 85 años, introdujo un nuevo lenguaje en el arte local que serviría para dar lectura a sus singulares trazos, instalaciones y esculturas.
Luego de destacarse en la pintura y el dibujo, la también grabadista, escenógrafa e instaladora nacida en 1928 fue pionera en la creación de esculturas móviles de grandes dimensiones hechas con hierro, acero y otros materiales reciclados. Las llamó “M (aquí) Notromes” y hoy son una referencia en el arte caribeño.
Egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1967 y doctora en Farmacia y Química por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), los aportes de Pellerano a la sociedad trascienden el mundo de la plástica.
“Fue humilde y grande. Celosa de su obra y comprometida con sus ideales de creatividad, autenticidad y seriedad del arte”, la recuerda el escritor, crítico de arte y presidente de la Fundación Acción por el Futuro (Fundacción), Ignacio Nova.
Nova destaca que el compromiso social de Soucy Pellerano le venía de su calidad de biznieta del mártir independentista Francisco del Rosario Sánchez.
Su nombre era Jesusa Castillo Sánchez.
“Entre sus aportes al arte y a la sociedad está su reclamo sin tregua por la igualdad de género. Mucho de su obra aborda y expone el carácter de equilibrista de la mujer, manejándose en una sociedad con el pesado fardo (estela) de hijos y familia. Soucy vivió eso hasta su último respiro. Con éxtasis y agonías”, dice Nova a LISTÍN DIARIO.

Escultura y pintura
Como escultora, Nova indica que el nombre de Soucy Pellerano debe ser colocado en igualdad de condiciones a los de Manolo Pascual, Antonio Práts-Ventos y Gaspar Mario Cruz.
“En escultura ella tuvo la osadía que el país no tuvo: el hambre metaforizada por el desarrollo técnico e industrial cuajó en impresionantes y robustas obras artísticas. Está entre los pocos exponentes mundiales del arte cinético. Una propuesta que tiene la virtud de haber derribado a la escultura de su esclavitud a lo conmemorativo, el ornato ambiental y la decoración de interiores”.
El escritor también resalta el trabajo pictórico de Pellerano.0
“Su pintura fue socialmente crítica. Abordó los problemas humanos de nuestra sociedad, especialmente metaforizó la contaminación del ser en un entramado infra industrializado”, explica.

Pura fantasía
Sobre los “maquinotrones” de Soucy Pellerano, el recientemente fallecido pintor, escritor y crítico de arte Fernando Ureña Rib dijo que “eran máquinas forjadas a fuerza de pura fantasía, sin adornos, sin función y sin otro propósito que despertar el niño juguetón y curioso que todos llevamos dentro”. “Una tuerca, un alambre, una plancha oxidada le servían. El espectador debía atravesar los mismos caminos que la creadora e ir ensamblando mentalmente aquellos rompecabezas visuales y táctiles donde el humor todavía es posible”, escribió Ureña Rib, fallecido el pasado 27 de diciembre en Berlín, Alemania.
En alusión a su talento, el artista plástico Tony Capellán llegó a referirse a Soucy como “la gran maga del arte dominicano”. En 2003, la artista presentó en Bellas Artes la retrospectiva “Dos, tres, cuatro dimensiones”, en la que reunió 30 años de innovadora creación.