24/1/10

La felicidad (Andrés Neuman)

Me llamo Marcos. Siempre he querido ser Cristóbal. No me refiero a llamarme Cristóbal. Cristóbal es mi amigo: iba a decir el mejor, pero diré que el único. Gabriela es mi mujer. Ella me quiere mucho y se acuesta con Cristóbal. Él es inteligente, seguro de sí mismo y un ágil bailarín. También monta a caballo y domina la gramática latina. Cocina para las mujeres. Luego se las almuerza. Yo diría que Gabriela es su plato predilecto. Algún desprevenido podrá pensar que mi mujer me traiciona: nada más lejos. Siempre he querido ser Cristóbal, pero no vivo cruzado de brazos. Ensayo no ser Marcos. Tomo clases de baile y repaso mis manuales de estudiante. Sé bien que mi mujer me adora. Y es tanta su adoración, que la pobre se acuesta con él, con el hombre que yo quisiera ser. Entre los gruesos brazos de Cristóbal, mi Gabriela me aguarda desde hace años con los brazos abiertos. A mí me colma de gozo tanta paciencia. Ojalá mi esmero esté a la altura de sus esperanzas, y algún día, muy pronto, nos llegue el momento. Ese momento de amor inquebrantable que ella tanto ha preparado, engañando a Cristóbal, acostumbrándose a su cuerpo, a su carácter y sus gustos, para estar lo más cómoda y feliz posi­ble cuando yo sea como él y lo dejemos solo.

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Alumbramiento, cuentos
Páginas de Espuma (2009)
Pág. 85

4 comentarios:

  1. ¡Cuánto amor, caramba!
    ¿Qué tal, amiga? Espero que estés bien. Felicitaciones por la calidad de tu trabajo en estas páginas. Y un beso.

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  2. ¡Hoooola, Orlando! Síii, cuánto amor. Así que no me quieran. Todo anda bien por acá: intentando sacarle "el jugo" a la vida e intentando colaborar contigo e "inventar otra nación". Muchos abrazos,
    Y.

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  3. Lo leí dos veces. Todavía lo estoy analizando.
    Marie

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  4. Excelente!! todavia no logro de analizar lo que hace rato cruzo por mi ojos, excelente

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