¿Qué se le puede pedir a un libro que,
ambientado en la Era de Trujillo, le insinúe al lector un posible final
justo en su título? Solo que tenga guardada por ahí alguna sorpresa. Por
suerte, “¿Dónde está Johnny Lupano?”, del periodista y escritor Néstor
Medrano, la tiene.
Escrito en 2002, el libro fue finalista en 2005
de un premio internacional patrocinado por la Fundación Cabana. Tras
una década en la que recibió algunos cambios, fue finalmente publicado
por Ediciones de Cultura este 2012.
La trama parece sencilla. El
letrista norteamericano Johnny Lupano, esposo de la artista (deseada por
Trujillo) Isabel Gutiérrez, desaparece y hay que buscarlo. Esa búsqueda
no se limita a los dolientes de Lupano. No. Todos están interesados en
encontrarlo, incluso el régimen. Y entonces aparece la actitud
prejuiciosa del lector: ¿otra novela sobre la desaparición de personas
durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo? No necesariamente,
explica Medrano.
“Lo que me propuse fue escribir la historia de
una pareja que vive una situación de amor conflictiva y la ubiqué en la
etapa final de la Era de Trujillo. ¿Por qué? Porque, además de que la
etapa final de la Era de Trujillo implica un sinnúmero de hechos que
marcaron el país de manera sensible, es una etapa rica en sucesos y,
contrario a lo que opinan muchos escritores y críticos, creo que la Era
de Trujillo forma parte de una etapa que no se ha explotado bien de
manera literaria”.
Medrano señala que historias que involucran a
personajes como Horacio Vásquez, Johnny Abbes, Ramfis Trujillo, Joaquín
Balaguer o Porfirio Rubirosa podrían inspirar muchas y buenas novelas.
La
queja de los lectores, insinúa, se debe a que en el país siempre se han
tratado los mismos temas de esta etapa de la historia dominicana: las
torturas, las expediciones y las muertes.
“El tema de Trujillo es
un gancho en términos literarios. No se ha explotado bien y es un hecho
tan cierto que la novela que le dio el premio Pulitzer a Junot Díaz es
una novela que habla de Trujillo, envuelta en otros conceptos, pero es
una novela sobre Trujillo”. Autores locales como Efraím Castillo, Pedro
Peix, Marcio Veloz Maggiolo y Andrés L. Mateo han hecho sus aportes,
sigue Medrano.
“Los países explotan sus dictaduras en la
literatura, aquí no se ha explotado la novelística por ejemplo en la Era
de Lilís, no se ha hablado nunca en una novela de Pedro Santana o de
Juan Pablo Duarte; nadie quiere enfrentarse a eso porque implica
trabajo, mucha investigación, pero esos libros se publican y se
venden”.
En “¿Dónde está Johnny Lupano?”, expresa, la
documentación histórica fue fuerte, así como las horas dedicadas a la
lectura y al estudio de los personajes.
“No está basada en la Era
de Trujillo, pero sí tiene la atmósfera. El que la lea siente la presión
y la angustia de la época. El lector cree que sabe la respuesta, que
sabe qué le pasó a Johnny Lupano, cree que va a lo seguro, pero hay una
trama y ese final es impredecible”.
De la novela, el escritor
Efraím Castillo destaca su “narración excepcionalmente organizada dentro
del canon de la novela negra, aunque abriendo las compuertas para la
inserción de pistas que, alejando la ficción de lo puramente policial,
se yuxtaponían entre las trampas y cercos del crimen político (…)”.
Castillo
también distingue ese “mezclar la fábula a lo que podría ser historia,
convirtiendo en señales las alusiones de los personajes históricos con
los ficticios”.
Y es ese un punto a favor para Medrano en esta
novela: lograr que tres personajes ficticios como Lupano, Isabel
Gutiérrez y Sereno Ureña se ciñan a la trama de tal forma que su
genealogía forme también parte de la intriga no ya del contenido del
libro, sino de la mente del lector.
Por supuesto que muchos de los
diálogos exigirán al lector cierto nivel de lectura y nociones de
historia patria para su mejor comprensión. Al final, aunque el desenlace
de la historia compense en parte la lectura, el libro habría sido más
valorado y disfrutado de haber contado con una mejor edición.
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Fragmento de la entrevista publicada en Listin Diario